Las expectativas poco realistas son precisamente eso: poco realistas. Por desgracia, es habitual que nuestras expectativas no se ajusten a la realidad, y alguien tiene que bajarnos a la tierra. En última instancia, quieres ayudar a tu mujer a ajustar sus expectativas , pero no es algo fácil de hacer. Hay que mantener una conversación difícil. Como consultor, a menudo tengo que mantener conversaciones difíciles con los clientes (a menudo porque tienen expectativas poco realistas). Mi empresa cuenta con un marco para manejar estas situaciones, y te guiaré a través de los conceptos de alto nivel.
Conversaciones difíciles
Establecer la seguridad
El primer paso, y el más importante, es establecer la conversación de manera que ambos se sientan seguros para ser abiertos y honestos. Dado que estáis casados, asumo que tenéis un cierto nivel de confianza, pero sé que cada matrimonio es diferente, y como lleváis menos de un año casados, puede que vuestro nivel de confianza no sea todavía muy alto. Hay algunas cosas que puedes hacer para establecer la seguridad de la conversación.
- Reconocer su perspectiva
- Empatizar con cómo se siente
- Evitar culpar
- Evitar juzgar
Reconocer su perspectiva/Empatía con cómo se siente
Pongo estos dos puntos juntos porque según mi experiencia van de la mano. La forma más fácil de reconocer su perspectiva es expresar tu comprensión de la misma. Por ejemplo, puedes decir
Entiendo que quieras poder comprar cosas bonitas y tomar vacaciones
A partir de ahí puedes pasar fácilmente a empatizar explicando tus deseos en ese ámbito. Si tienes razones específicas para ello, también puedes incluirlas.
Me agota el trabajo y desearía poder tomar más vacaciones para pasarlas contigo.
A menudo utilizo este patrón de discurso para establecer mis conversaciones con los clientes. Les digo que entiendo lo que quieren y por qué yo también quiero eso. Esto ayuda a establecer que entiendes de dónde viene la otra persona y que tenéis un objetivo común.
Evita culpar y juzgar
Es muy importante que evites culparla o que parezca que estás juzgando. No menciones que ella no está trabajando y por qué no se están cumpliendo sus expectativas. Si dijeras algo como
Yo también quiero hacerlas, pero como tú no trabajas no tenemos ingresos para hacerlo
Suena como si la estuvieras culpando a ella, y ahora la cuestión ha pasado de “no tenemos la vida que queremos” a “tú nos estás frenando”. Aunque no tengas intención de insinuar que es su culpa, es probable que ella interprete cualquier mención a su falta de trabajo como que la estás culpando, lo que acabará con cualquier posibilidad de conversar sobre esto. He cometido el mismo error demasiadas veces para contarlas con mi prometida.
Discutir el problema
Cuando llega el momento de abordar realmente el problema y buscar soluciones, los hechos son un buen punto de partida. Cuando hablo con un cliente sobre las razones por las que el equipo no puede cumplir un determinado plazo, este es el punto en el que aporto datos (gráficos de velocidad, estimaciones de trabajo, etc.). Expongo los hechos clave:
- Tenemos que hacer una cantidad X de trabajo
- Tenemos una cantidad Y de tiempo para hacer el trabajo
- Históricamente sólo podemos hacer una cantidad Z de trabajo por semana
- Tendríamos que trabajar a un ritmo X/Y para cumplir el plazo
- X/Y no es razonable porque es una cantidad C más de lo que hacemos actualmente
En tu situación sacarías los presupuestos. Habla con ella sobre cuánto dinero entra, cuáles son las facturas necesarias (alquiler, electricidad, etc.), cuánto queda, cómo se destina actualmente el dinero sobrante. Este es el punto en el que puedes ayudarla a ajustar sus expectativas. Una vez que le hayas presentado los hechos, puedes empezar a trabajar en las soluciones para ellos.
Sugerirle que vuelva a trabajar
La solución obvia a que no tengas dinero para hacer todas las cosas extra que quieres es (como has señalado en la pregunta) que ella vuelva a trabajar. Cuando llegues a discutir esta opción, asegúrate de reconocer por qué dejó de trabajar, y el hecho de que esto está bien.
Sé que dejó de trabajar para centrarse en su salud mental. Es una decisión difícil de tomar, y estoy orgullosa de que reconozcas lo que necesitas y tomes medidas para conseguirlo. ¿Has considerado tomar un trabajo a tiempo parcial para ganar un poco de dinero extra para gastar en cosas bonitas?
Cuando estaba lidiando con la depresión y la ansiedad, de vez en cuando tenía que hacer cosas porque eran las mejores para mi salud mental y no para mi situación vital o para los que me rodeaban. No hubo nada que me ayudara tanto como recibir la validación de amigos y familiares de que lo que estaba haciendo estaba bien aunque hiciera más difíciles ciertas partes de la vida. La otra cosa que es útil en esta situación es presentar la idea de que vuelva a trabajar como una pregunta. Esto abre un diálogo sobre si ella puede o debe volver a trabajar. Le da a ella la posibilidad de seguir dando prioridad a su salud mental si así lo desea, al tiempo que te permite señalar que el hecho de que acepte un trabajo ayudaría a resolver el problema de no poder permitirse el estilo de vida al que estaba acostumbrada antes de casarse sin culparla por no trabajar.