En el caso general:
“Espere”, “Un segundo”, “Espere”, “Espere un momento” son inofensivos y apropiados para la mayoría de las conversaciones y personas, y añadiendo una disculpa y explicación posterior se aprende cualquier posible ofensa. “Perdona, decías que… [recapitule sus últimas palabras]”.
Al disculparte y repetir inmediatamente lo que han dicho -o la última parte de lo que han escuchado- indicas que la conversación y sus palabras son importantes para ti, y no permites que la interrupción te distraiga más a ti o a ellos.
En este caso concreto:
Sin embargo, estás en un evento deportivo, con tu novia. Deberías tener expectativas compartidas sobre lo que va a ocurrir en el evento, y que puede haber momentos en los que sea apropiado prestar atención a la acción y a los anuncios, incluso en medio de una conversación.
La sugerencia anterior funcionará, pero si las interrupciones son frecuentes o de ritmo rápido, puede que incluso el “aguante” no sea lo suficientemente rápido para captar el anuncio.
Una conversación franca de antemano podría ser útil.
Estoy aquí contigo porque quiero vivir este evento contigo. Debido a la naturaleza del evento, habrá mucho tiempo para que hablemos y nos prestemos atención el uno al otro, pero también habrá muchos momentos en los que se produzcan acciones o anuncios inesperados. Cuando haya una interrupción en nuestra conversación a la que cualquiera de nosotros quiera prestar atención, desviemos la mirada hacia el orador/punto de acción y dejemos de hablar, tal vez levantando un dedo, para luego reanudar nuestra conversación una vez que la acción o el anuncio hayan cesado.
Si nos metemos en una conversación que no debería ser interrumpida, es de esperar que uno de nosotros lo reconozca y sugiera que tengamos esa conversación más tarde, cuando podamos centrarnos más en el otro. Realmente quiero evitar rencores debido a una interrupción del juego, espero que ambos podamos disfrutar del juego y de la compañía del otro.