En caso de que esta persona esté realmente apurada cada vez (1), yo no daría ninguna razón/excusa, porque eso puede ser contraproducente con cualquier posible contraargumento falso/verdadero.
Simplemente les haría saber que “mi tiempo es tan valioso como el suyo” (en espíritu, no con palabras, ya que esto es probablemente visto como agresivo).
Significa que no veo ninguna razón por la cual dejaría que fueran/sintieran que son más importantes que yo, o por la cual yo sería el que fuera amable, o incluso el que hiciera el esfuerzo. Ambos tenemos razones, personales. Tan triste como puede ser: El primero en la fila, el primero en irse.
Lo siento, pero yo también tengo prisa.
Ni más ni menos. La puerta está cerrada. No hace falta explicar, no hace falta discutir. Dices que no, estableces los límites y evitas el conflicto la mayoría de las veces yendo directamente al grano.
Básicamente, el primer párrafo de @Hanky-Panky (2) señala un punto muy bueno, y estoy de acuerdo. Yo simplemente evitaría la mentira (blanca), y/o daría alguna razón.
Un amigo mío cambiaba de trabajo (2 empresas diferentes) todas las tardes: terminaba a las 06:00 PM, empezaba a las 06:30 PM (30mn para parar, coger un sándwich y una botella de agua del pequeño supermercado, comerlo y volver al trabajo. Siempre con prisa, siempre buscando la cola más pequeña. A veces, tenía que dejar la comida y moverse sin comprar por el tiempo que corría. No podía fichar tarde, así que prefería no comer.
(a partir de la respuesta de Hanky-Panky) Dado que la persona que te pidió plaza utilizó la urgencia como excusa, no podrá argumentar si se le presenta la misma razón a cambio. Y al ser breve y directo, le quitas cualquier posibilidad de contraargumentar.