Depende de quién pregunte y del escenario.
Diría que lo ideal es que lo pregunte alguien con quien hayas compartido algún tipo de experiencia (un colega de trabajo, un amigo cercano, etc.). Si se trata de una persona al azar, entonces creo que la pregunta es un poco incómoda; la razón es que “¿Qué pasa?” es una invitación a ofrecer un gancho de conversación. Si no sé quién eres, entonces no hay realmente un terreno común y me pone en una posición incómoda. Si soy sociable, entonces no es gran cosa, pero la persona que pregunta “¿Qué pasa?” no lo sabe.
Iría más lejos y diría que si no tienes una relación casual y de broma con esa persona, entonces no deberían preguntar eso. Por supuesto, no sería grosero, pero habría muchas otras maneras de reconocer a la persona/puesta sin ponerla en el anzuelo. La respuesta adecuada en este caso: “No mucho” con cortesía y neutralidad en la expresión.
Una excepción a esto es si estás en una habitación de gente que no conoces y acabas de ser presentado por alguien que sí conoces. En este caso, “¿Qué pasa?” es un rompehielos para que conozcas y saludes a los demás, no para que te extiendas a cualquier conversación, sino para que bajes a reconocer a cada persona. Esto debe ser usado en un ambiente casual solamente, y es típicamente visto en un grupo de chicos pasando el rato. En este caso, se trata más bien de responder con confianza y entusiasmo ya que se está dando una primera impresión.
Por otra parte (se utiliza de forma individual), preguntar “¿Qué pasa?” a un amigo debe implicar algún tipo de respuesta casual que de alguna manera recuerde un momento/experiencia compartida con la que ambos se puedan relacionar y que sea única en sus experiencias juntas.
Por ejemplo: Mi amigo y yo nos reunimos periódicamente para la hora feliz en el mismo bar los viernes. Cuando me escribe “¿Qué pasa?” a las 3pm, sé exactamente de lo que está hablando. Otro ejemplo sería si no he visto a un amigo que no he visto en un tiempo, pero que tiene un gran sentido del humor. En este caso, le respondería con algún tipo de respuesta improvisada que le haría reírse y hacer que el resto de la conversación se desarrolle con normalidad.