Me gustaría (y lo he) abordado en el momento. No creo que sea necesario disculparse por separado (aunque también hemos tenido esos momentos).
Esta es una gran época para sentarse ahora y hablar de observaciones. Podemos mirar las cosas en línea, en la televisión, en los libros, hablar de esas observaciones. Luego podemos hablar de que no es algo que debamos soltar cada vez que tengamos una cuando salgamos. Créeme, quieres hacer esto. Me estaba probando trajes de baño cuando un niño pequeño que estaba conmigo sintió la necesidad de informarme que mi trasero estaba “abultado” muy fuerte, para que todos lo escucharan. Si se lo hacen a extraños, es sólo cuestión de tiempo que encuentren algo sobre ti que se les escape en un mal momento. Y pueden hacer que suene mucho peor de lo que es. En el momento en que se dijo esto, yo era muy delgado, hacía ejercicio 5 días a la semana, y nadie más que un niño pequeño se habría referido a mi trasero como “grumoso”. Todavía era lo suficientemente nuevo en la crianza de los hijos como para estar mortificado. Hoy probablemente me reiría - y luego hablaría de ello más tarde.
Así que en lo que me concentro a las 4 es en recordarles que no hablamos con otras personas sobre sus cuerpos. Es un no rotundo. La razón es que es una buena política para la vida. No hay razón para comentar sobre la ropa, el pelo, la forma, etc. de otras personas. No es algo que enriquezca la vida de nadie y es una lección que es bueno aprender más pronto que tarde. Son libres de felicitar a la gente, pero eso es lo único que se supone que deben decir en voz alta. Si ellos deben decir algo, se les dice que me digan que es un secreto y me lo susurran, entonces puedo decirles si está bien decirlo en voz alta o no.
Para darles una idea de por qué esto es bueno (sobre un número de niños estas son cosas reales que me pasaron cuando salí)… “Oye señora, ¿tienes un bebé en tu vientre? Va a salir por tu vagina, pero no te preocupes, está bien, por eso está ahí. Es un agujero para el bebé” (se dice justo después del nacimiento de un nuevo hermano). “¡Oh, tienes tetas! Me encantan las tetas. Apuesto a que también tienes una vagina!”, “Si eres tan viejo por qué no te acuestas. Pareces demasiado viejo para andar por ahí”. A veces también pero en conversaciones educadas. Mientras alguien me preguntaba cómo me estoy adaptando a dos niños, mi hijo de tres años se puso a cantar y dijo: “Lo está haciendo muy bien, pero sus hemorroides siguen siendo un GRAN PROBLEMA”. (Creo que es el momento en que me reubiqué en la protección de testigos LOL). Cada vez hay más y más y más. PERO, se facilitará, y la enseñanza ayuda.
Realmente es como por favor y gracias. A los niños les lleva tiempo aprender las reglas de etiqueta, lo que deben decir y lo que se espera en público, etc. Una de las frases que he pronunciado más que ninguna otra es “métete en tus asuntos” ya que los niños parecen tender naturalmente a meterse en los asuntos de los demás, según he observado. También creo que muchos padres parecen extrañar realmente la enseñanza de esto ya que todavía veo demasiados adultos que nunca aprendieron a meterse en sus propios asuntos tampoco.