Sería extraño si tu decisión es repentina, es decir, si has saludado ayer y días antes, y si finges que no conoces a la persona cuando la veas mañana, sería extraño. Podrían tomarlo como una señal de algo malo que te han hecho, y empezar a preguntarse por qué, o incluso acercarse a ti para asegurarse de que todo está bien.
Debería desaparecer poco a poco, por ejemplo, los saludos deberían cambiar a sonrisas rápidas o asentimientos primero, y unos días después, sólo una mirada al otro, y poco a poco volveréis a ser extraños.
Conocí a un vigilante del edificio contiguo al mío. Era simpático y todo, y a menudo me lo encontraba de camino a mi oficina y de vuelta. Al principio me parecía bien que me diera algunas charlas rápidas de hola y cómo estás, pero no es muy de mi agrado convertirlo en una rutina.
Con el paso de los días, lo reduje a sólo sonreír, o decidí caminar por otra ruta, lo cual me parece bien.
Y a veces, llego tarde al trabajo, así que ni siquiera miro en su dirección, pero él entendería que estoy algo ocupado.